lunes, 26 de diciembre de 2011

Carta de amor

Eres brisa fresca de un día caluroso, eres la ráfaga de luz en la oscuridad de la noche, eres aquello que regresa pero jamás para quedarse; ¿No me ves parado frente a ti? ¿No me ves ahogarme en la ansiedad? ¿No me sientes tan cerca que si quisieras podrías tocarme?; me lleno de preguntas pero es en vano porque jamás tendré respuestas; Hace unos días me desperté pensando en darte mi adiós, alejarme de tu vida para siempre y darte la oportunidad de que seas feliz aunque sea lejos mío y deba resignarme con verte andar los pasos que planeamos con alguien más, alguien que pueda darte lo que yo no puedo ya que la distancia que nos separa es enorme, el amor verdadero es ese, el que no tiene ataduras, ni egoísmos, el que se disfruta en libertad e independencia, el que a pesar de ser un gran amor, es renuncia y a la vez es entrega y así es mi amor por ti; un amor que sobre pasa lo momentos difíciles y jamás te abandona; en cambio hoy ya no se qué pensar, me inyectas más ganas de luchar por ti y quiero hacerlo, me encantaría poder decir “ya no más” pero el amor que siento por ti es este amor que me quema por dentro pero que a la vez me llena de esperanza, de deseos por la vida, que me ayuda a no equivocarme en la espera y que me levanta cuando estoy a punto de derrumbarme. Por eso pienso que para el amor verdadero no hay barreras, ni el tiempo ni la distancia son suficientes para terminar con este amor maravilloso que nace del alma y termina moviéndose en cada parte de mi ser; nace de lo más profundo del corazón, un amor que en vez de deteriorarse va en aumento cada día, es el tonto amor que siento yo por ti; ¿es que acaso no lo ves? ¿Es que acaso no soy suficiente para ti? ¿Cuántas vidas más debo esperar para poder verte sentada nuevamente junto a mí?... Es en vano que trates de alejarme, podrás sacarme de tu vida pero tú te quedaste impregnada en mí, te llevo más marcada que mis propios tatuajes y es porque tu te hiciste desde adentro y no con tinta sino con ilusión, con sueños que dejaron de ser míos o tuyos y yo los hice “nuestros”; ayer me dijiste “te va bien” y en realidad lo único que quería decirte es que estaba equivocada porque la frase correcta es “nos va bien”, hace mucho tiempo que los logros del uno eran los logros del otro y aunque parece que tú has olvidado todo eso, yo sigo pensando que somos uno a pesar de todo.
Ya no soy un celoso empedernido ni tampoco un esquizofrénico que ve cosas donde no hay pero necesito mas de ti, en este tiempo separados no he podido disfrutarte ni un poquito y la verdad es que te extraño, sin las ganas que me inyectabas yo ahora solo soy una persona que está a punto de secarse por dentro, estas lejos pero porque tu quieres, tú haces que mil cuatrocientos kilómetros sean una vida entre nosotros cuando para mi podría pasar caminando ese trayecto sin ningún problema; entiende algo, te amo; ¿Por qué? No lo sé, no tengo motivos para amarte sin embargo lo hago, te amo porque eres tú, no hay razones y no las necesito; cuando tú estás conmigo todo es mucho mejor, podría vivir sin ti pero no quiero, ojala algún día me entiendas, ¿quieres mi amistad? Entonces la tienes, ¿quieres mi ayuda? Entonces la tienes ¿quieres mi apoyo? Entonces lo tienes pero te prometo que algún día te voy a recuperar, no me importa cuando tiempo pase ni por cuantos lugares deba buscarte, algún día volveremos a ser uno.

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