lunes, 19 de diciembre de 2011

Mi hermana

A los ocho años llego a casa una personita que yo a esa edad no le di el valor que debía, es mas creo que me he demorado mucho en valorar lo especial e importante que es en mi vida. Siendo sincero, renegué algún tiempo porque no fue hombre como quise al inicio; en mi pequeña cabeza solo quería un compañero de juego y no vi que a cambio tenía una compañera de la vida, alguien que nunca ha dejado de creer en mí por ningún motivo y en ningún momento; hoy puedo decir que tengo la suerte de tener una hermana y por eso le doy gracias a Dios.
Con mi hermana no conversamos mucho porque la conversación no es nuestro fuerte sin embargo hemos vivido muchas cosas juntos y por eso ambos sabemos que contamos el uno con el otro para apoyarnos y sobre todo para querernos; se podrán acabar muchas cosas pero el lazo que nos une jamás.
Hemos compartido cosas tan triviales como un helado hasta las cosas más serias como un dolor del alma; es raro pero nunca necesitamos contarnos nada, sin necesidad de ser llamados, nosotros ya estábamos ahí para el otro y hasta hoy aun con la distancia física, nunca me ha abandonado; se que ella está conmigo cuando doy un examen, cuando consigo algo importante o incluso cuando lloro.
El cariño que siento por ella no tiene límites y tampoco condiciones, nunca habrá algo ni alguien que me haga pensar que ella es mala o débil, la vida nos ha llevado por caminos a veces difíciles y ella siempre ha sabido salir victoriosa en todos, tiene fuerza en el alma; en cambio yo debo decir  que soy muy débil y es muchas veces el ejemplo de su fuerza el que me hace avanzar, gracias por enseñarme tanto a pesar de ser menor que yo.
Los recuerdos de la niñez son bastante graciosos; jugamos a ser detectives, superhéroes o cocineros; no importaba el juego, yo proponía y ella me seguía, así es como el patio de nuestra casa se convirtió en la CIA o en una gran cocina y no puedo dejar de recordar las veces que hacíamos los ataques de los dibujos animados chinos (dragon ball); todos esos recuerdos mis padres los tienen en fotos pero yo los llevo tatuados en el corazón.
La primera de mi familia en enterarse de mi tatuaje fue ella y le agradezco por haberme guardado tan bien el secreto que solo duro dos días (jajaja); ya no puedo decirle que tiene prohibido hacerse uno así que solo le digo que si se hace uno, yo mismo se lo borro.
Por último lo más importante; mi gran hermana… “nunca te olvides que cuentas conmigo para lo que quieres, puedes contarme lo que sea y cuando sea, yo estaré ahí para ti; aunque soy más grande que tu, también tuve edad y sé que es un poco difícil así que solo te doy el consejo que mejor se dar: sonríe y nunca te olvides de ayudar a las personas que te necesitan, el resto viene solo; por cierto, discúlpame porque jamás he sido un gran hermano, tengo un modo raro de ser pero a pesar de mi, quiero que sepas que te quiero y nunca olvidare que eres la que me escucha aunque finge que no le importo pero sobre todo eres la que nunca se va, porque durante toda mi vida muchas persona se han rendido conmigo, se han dado por vencidos, incluso las personas que no creía que lo harían lo han hecho pero en cambio tu nunca me has dado la espalda, siempre has estado ahí y me has dado tu apoyo, más que eso, me has empujado y me has elevado. Gracias por existir y por nunca dejarme caer.”




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