miércoles, 30 de noviembre de 2011

Wiwisha

Mi historia con las navidades es bastante parca;  acerca de papa Noel, me dijeron que no existía cuando tenía casi cuatro años así que me ahorre una gran cantidad de galletas y leche para una persona que definitivamente no existía, según me dijeron; una artimaña muy certera por parte de mis padres puesto que si no hay papa Noel, no hay regalos y así se ahorraban la trabajosa labor de buscar regalos imposibles en fechas donde los regalos imposibles escaseaban; siempre me dieron mis regalos al promediar la quincena de enero, según ellos había mucho mas de donde elegir y más tranquilidad para buscar; nunca me queje porque para mí la navidad no eran ni los regalos, ni la comida y mucho menos papa Noel, tampoco quiero decir que era un niño de buen corazón que no esperaba nada en navidad, en realidad lo que me apasionaba era adornar la casa, hasta la fecha es un rito adornarla; sacar las cajas, los adornos, los manteles, las velas, los colgandijos; verdaderamente lo más bonito de la navidad era “disfrazar” la casa por un mes con cualquier cosa que tuviera rojo y blanco o barba y panza. Sin embargo tengo una historia particular de mis navidades, mi historia con un peligroso muñequito que según yo anda por las noches cantando una tenebrosa canción y que uno de estos días me jalara los pies, mi historia con el “wiwisha”:
Recuerdo que era un primero de diciembre del 95, sabía yo que por esas fechas adornábamos la casa así que ese día espiaba a mi madre con más frecuencia de lo normal, mi mama solía entrar al almacén y sacar una fila de cajas que se iban colocando una a una en la sala para luego distribuir su contenido por todo la casa; pero esta vez ya había una caja puesta en la sala de antemano, yo no hice mucho caso puesto que por mi casa circulaban cajas con normalidad, sin embargo esa caja contenía el mayor de los horrores, un muñeco de nieve a pilas; no caí en cuenta de que era eso hasta que lo vi cómodamente instalado en un rincón de la sala, el muñeco este era casi de mi tamaño y tenía una escoba en la mano que me hacia recordar a las brujas de los cuentos; al inicio me dio miedo porque su tamaño, según yo, era descomunal pero el terror comenzó cuando mi mama le toco la mano y se contorsiono como si tuviera gusanos y empezó a chillar una canción que hoy se que dice “we wish you a merry christmas” pero que en ese tiempo, a mis cinco años yo oía como “wiwisha”, se quedo con ese nombre y nunca nadie apretaba su mano cuando yo estaba presente y si lo hacían entonces rompía en llanto. La navidad de ese año paso y lo sobrelleve como pude, tratando de pasar lo menos posible por la sala o cerrando los ojos fuerte cuando pasaba a su lado; jamás había esperado que pasara la navidad con tantas ansias porque yo sabía que el muñeco demoniaco se iría en su caja a algún lugar de el almacén donde era posible que no lo volvieran a encontrar, sin embargo eso no paso, decidieron que se quedaría un tiempo más en la sala porque aun no era la “bajada de reyes”, tuve que soportarlo y lo hice bien hasta que una noche no pude mas y tuve que pararme a tomar agua, tenía que pasar por la sala, me arme de valor y a tropezones en medio de la oscuridad pase a tientas por la sala, era muy chico así que ni pensar en prender la luz, tanteé con mis manos para no carme hasta que me fui de cara contra un bulto en una esquina; el “wiwisha” estaba ahí, encima mío y con su palo de escoba amenazándome; grite, patee, chille hasta que todos vinieron a ver lo que pasaba; prendieron la luz y el muñeco de la nada empezó a cantar como si de verdad estuviera poseído; me quede helado y luego de un rato tratando de explicar la difícil situación con el muñeco de nieve me fui a dormir; después de esa noche yo siempre jure que lo oía caminar y cantar por las noches, con esa bendita canción que no sabía lo que significaba y que para mí era igual a una canción de terror; los días pasaron, guardaron al abominable hombre de nieve y yo crecí, al siguiente año ya era un poquito más alto que él y me atrevía a meterle una patada cada vez que pasaba por su lado pero por las noches estoy seguro que andaba por la casa arrastrando su escoba y cantando esa bendita canción.
En realidad no es muy aterradora la historia pero juro que por casi cuatro años tuve terror del bendito muñeco por las noches; ahora la casa ya está plagada de esos adornos que se mueven, cantan, bailan y hasta caminan; digamos que ya estoy acostumbrado y ahora recuerdo con gracia ese pasaje de mi vida; hoy en día cada vez que se adorna la casa para navidad todos recuerdan al “wiwisha” y arrancha una sonrisa a como dé lugar.
P.D. Gracias a José Alonso Fernández Cano y a Álvaro André Fernández Cano; esta historia es suya y son ustedes los que en muchas ocasiones me llenan de ideas para escribir; vaya aventura que resulta ser niño, disfrútenlo.

martes, 29 de noviembre de 2011

Yo podría, yo quisiera, yo seria

Yo podría…
Si hiciera frio y tiritaras, yo podría abrigarte;
Si las cosas no están bien y  flaquearas, yo podría apoyarte;
Si  la oscuridad avanzase y  tuvieras miedo, yo podría iluminarte;
Si tus manos no encontrasen las mías, yo podría guiarte;
Si hubieses caminado mucho y tus piernas se cansaran, yo podría cargarte;
Si tus pasos se hicieran lentos, yo podría empujarte;
Si el dolor no se fuera y tus ojos lagrimasen, yo podría consolarte;
Si tu corazón empieza a enfriarse, yo podría volver a enamorarte.

Yo quisiera…
Yo quisiera que en las noches tu rostro se refleje en la luna;
Yo quisiera cuidarte para que nada malo te pase;
Yo quisiera cerrar los ojos y encontrarte en mi imaginación;
Yo quisiera que los días pasaran rápido para verte;
Yo quisiera que me des una oportunidad para quererte;
Yo quisiera que tú sueñes conmigo;
Yo quisiera ser el único dueño de tus suspiros;
Yo quisiera que tus caricias viniesen con la brisa.

Yo sería…
Yo sería voz si tú me escucharas;
Yo sería oídos si tú me hablases;
Yo sería fuego si tú me encenderás;
Yo sería aire si tú me respirases
Yo sería guapo si tú me vieras,
Yo sería perfecto si tú me creyeses
Yo sería luz si tú no me apagaras
Yo sería vida si tú me la devolvieses.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un ratito para que se exprese...

Día domingo 27 de noviembre del 2011, 20:54 hrs.
Tu sonrisa, es el inicio y el final; con tus sonrisas solía empezar y terminar el día y aun no me acostumbro a no verlas; tu sonrisa no es solo la expresión de tus labios sino todo aquello que llevas dentro, tu sonrisa es la razón de mi sonrisa, con tus sonrisas me abres el mundo y me llenas de alegría.
Tu mirada, es un vicio; jamás se puede dejar de verte, tienes algo que cautiva y una ternura que no se iguala, con una mirada tuya se puede entender la razón del mundo, con una mirada tuya yo podría quedar ciego por la luz que emites, eres un ente que emite mil rayos de belleza  a través de las ventanitas de tus ojos.
Tus abrazos, son reconfortantes; uno podría quedarse horas entre tus brazos, sabes el modo perfecto de rodearme y la presión justa que debes poner, un abrazo tuyo es un premio muy cálido y uno que hace que pueda volar con los pies pegados al piso.
Tu olor, no hay dos iguales; tu olor natural es a una canela muy suave, es un olor que entra y te hace embriagarte, tengo un poco de el guardado en el corazón y a veces lo uso para recordarte; el olor de tu perfume es un olor a madera seca que lo llevo grabado en la ropa y en la mente, donde sea que lo olfateo giro la cabeza buscándote y de paso desesperándome. La mezcla de esos dos olores los tengo en “la punta de la nariz”, podría reconocerte sin verte.
Tu rostro, la armonía perfecta; no importa a cuanto lados gire mi cabeza, nadie tiene tu simetría, nadie tiene el rostro tan bien armonizado como tú; nunca he visto un ángel pero si existen tienen que haberte copiado la cara.
Tus mejillas, una tentación; nadie podría estar cerca a ti y no tener la tentación de besar tu mejilla, son perfectas, delicadas, ideales para entrar en un sueño; no existen mejillas iguales, son únicas porque son tuyas.
Tu piel, suave; no he tocado muchas pieles pero la tuya es muy suave, cuando se acaricia tu piel uno puede pensar que toca seda o alguna tela fina; es ideal aun para unas manos tan ásperas como las mías.
Por último y lo más importante, toda tu; perfección, la perfección que llevas en el alma y te brotado hacia el exterior, eres tan perfecta por dentro que ya no pudiendo ser mejor se te ha salido hacia afuera, te ha brotado por los poros y te ha hecho bellísima, más bella imposible.
Uno nunca sabe cuando decir las cosas, nunca sé cuándo es oportuno que escriba algo pero creo que hoy y ahora tenía ganas de que mi corazón dijera algo; en la mayoría de mis actos predomino el cerebro al corazón y tal vez por eso aun no soy adecuado, esta vez quería que mi corazón dijera algo ya que hasta hoy no le había dado oportunidad de expresarse como quería y al menos quiero darle la oportunidad de decir lo que siente.
Día domingo 27 de noviembre del 2011, 21:24 hrs.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Por las noches veo fantasmas

Una cortina que se mueve sola, un escalofrió a mis espaldas, voces que oigo cuando estoy a solas; todo eso es relativamente normal para mí, no me dan miedo ese tipo de cosas, he aprendido a convivir con ellos; desde que era muy chico estuve familiarizado con estas cosas, ¿si algo aparece frente a ti? No hay problema, debe ser alguien que vaga en un mundo paralelo, ¿si siento un escalofrió? No te preocupes, seguro paso muy cerca de ti, ¿Si alguien me jala la frazada de noche? Pues la jalas y te vuelves a dormir; en realidad es mucho más simple de lo que parece, solo es cuestión de tiempo y sobre todo costumbre.
Cuando empecé a ver fantasmas todo era muy confuso, mi mamá trato de explicarme que no hacían daño y poco a poco supere el pánico que les tenía hasta el punto que hoy ya no son un problema sino más bien una compañía; cuando fui creciendo, la familiaridad con ellos también creció, ya no existía temor sino mas bien respeto porque entendí que no son malos; en cambio también entendí que los fantasmas que si hacen daño son los fantasmas internos, aquellos con los que se carga a cuestas por decisión propia, son esos fantasmas los que hoy veo más seguido y los que me quitan el sueño sin necesidad de jalarme la frazada, en mi cama echado de noche son ellos los que vienen a perturbarme y son ellos los que logran arrancarme lagrimas de temor; mis errores se han convertido en fantasmas que hasta hoy me siguen, fantasmas que no me dejan ni un solo momentos, fantasmas que me quitan la fuerza; todas las noches al apagar la luz vienen a mi cabeza todas las cosas que hice mal o las cosas que pude hacer y no hice, se aprovechan de mi soledad y acaban conmigo, tienen una sonrisa burlona y una expresión de cólera; ellos son yo, me acompañan donde voy porque deben recordarme lo mal que hice; ¿miedo? Sí, porque no dejan de recordarme lo que perdí, ¿cólera? También pero hacia mí por haberlos hecho existir, ¿elección? No lo creo, ya es tarde para mis arrepentimientos.
Tengo sentimientos encontrados porque quisiera disipar a los fantasmas y salir corriendo al encuentro  de mis aciertos, mejor dicho de mi único acierto, aquel acierto que hoy ya no está conmigo por mis errores; quisiera tener una razón, un motivo, un empuje para poder salir corriendo y lograrlo todo como solía hacerlo antes, reconquistarte aunque no me veas y abrazarte aunque no me sientas. Hace dos noches decidí conversar con mis fantasmas interiores, todos y cada uno de ellos solo me decía “¿volverás?” y yo sé porque lo hacían, me dejan la pregunta en el aire para que sea mi imaginación la encargada de completar la idea, de ese modo se aseguran que sea yo quien me atormente… ¿Volverás a ser feliz? ¿Volverás a verla reír? ¿Volverás a ilusionarte cuando falte poco para abrazarla? ¿Volverás a ser valiente? ¿Volverás a ser uno?; y yo solo les digo “no lo sé” porque es la verdad, nada importa, nada sirve, nada vale y es más, nada queda porque los fantasmas no me estorban, el que me estorba soy yo.

sábado, 19 de noviembre de 2011


Y nos volvimos a quedar sin palabras…
¿Es posible que no tenga nada que decirte? Tanto tiempo y no tengo nada que contarte, mi corazón está lleno de ideas pero mi alma está cansada, no puedo exigirle más; ¿Por qué no puedo decirte algo sincero? ¿Todo lo vivido fue mentira? ¿Qué nos está pasando?... David! Reacciona! Las palabras no fluyen y el ambiente se hace tenso;  ¿Hacerla reír? No es un buen momento, todo se arruinaría; ¿Besarla? Seguramente pensaría que todo es físico y el tema se complicaría mas; ¿Hablar? Es una buena idea pero ¿de qué?... Vamos David, Piensa! Piensa! Las sonrisas fingidas no duraran mucho mas, la presión es algo que cae por inercia; la situación se complica mas y mas, con cada segundo que pasa debo tener más cuidado de no dinamitar el momento siguiente, ¿debo irme? ¿Por qué no? Tal vez mañana tenga más ideas, podría arreglarlo pensándolo toda la noche y mañana llegaría con un plan preestablecido, no sería huir solo postergar las cosas… David! Di algo! No te vas pero tampoco dices algo ingenioso, empiezo a necesitar ayuda divina urgente para no caer más y más ¿Dios? ¿Tú puedes ayudarme? Dame una idea chiquita, nada te cuesta; ¿podría hablar del clima? O ¿política? No no, eso la aburriría, son temas que no nos unes sino que nos distancian, ¿ir a comer algo? Podría funcionar pero por un rato, necesito algo más duradero, que no me devuelva a esta situación de inmediato… David! Ya no te ve! Problemas serios, está a punto de quebrarse algo, lo siento, algo está a punto de caer encima de nosotros y no podremos soportarlo…
“ya no tenemos nada en común”… ¿Qué? Estoy imaginando cosas, escuche una voz y yo no he dicho nada, ¿lo habrá dicho ella?... “creo que lo mejor es terminar”… Si, si es ella pero ¿de que habla? ¿Entendí mal?, tal vez solo quiero creer eso; no comprendo, si íbamos tan bien, debo reclamar, decir algo, pedir explicaciones!... David! Se está yendo! No la veras mas, se ira de ti y no podrás hacer nada para cambiar eso ¿Qué estás haciendo? Ve por ella! Corre!... Ya no, ya es tarde, no volverá mas.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Adios

Sentado viendo la gente pasar tomo un sorbo de café y me digo a mi mismo: “No quiero sentirme preso en mis propios pensamientos, no deseo ser el candado que ponga fin a la libertad de mis versos, no pienso  volar con alguna condicionante, quiero ser libre en mi ser porque me llena de paz y me ayuda a soñar”. Cada noche recostado sobre mi cama me elevo  con mi imaginación y tengo que recordarte como el amor que fuiste y que no eres más, te llevo en el pecho tan ceñida que no pareces haber sido tan solo una ráfaga en mi vida, tu aroma lo tengo guardado en un frasco al fondo de mi corazón para embriagarme de ti cada vez que me haga falta, eres mi vicio y a la vez mi cura, no tienes fin y nunca te encontré un inicio, simplemente sigues siendo única. Hoy por la tarde fui  isla negra a recordar el lugar aquel donde nos conocimos, el lugar sigue tan bien cuidado como siempre y al parecer algunos aspirantes a nuevos poetas van a recorrerlo con la esperanza de que Neruda les sople una par de versos; en cambio para nosotros este lugar es distinto, sentado aquí junto a ti conocí el amor puro, entendí que el amor a primera vista existe en los corazones nobles y llenos de ideales, esos corazones que como el tuyo y el mío se regían y espero que aun se rijan por ideas radicales y poco entendidas porque no somos normales, no podemos ser normales y nos negamos a serlo porque nacimos y vivimos libres sin alguna etiqueta o alguna estampa; tú y yo simplemente soñamos a ser grandes mientras nuestros diecisiete años no bastaban como garantía para tan grande ideal, no nos basto luchar porque el umbral de la muerte al final nos logro separar.
Ahora Camino por las bellas calles de Santiago como solíamos hacerlo en nuestra juventud, he llegado  a la esquina donde te vi por última vez en tu ciudad natal y no logre soportarlo más, lloro de rabia, de cólera, me suelto en un llanto insostenible que nada puede calmar, estoy desecho por dentro, inundado de recuerdos y a la deriva por los senderos de mi soledad, aquel autoexilio en el que he decidido vivir para llevar mi mente a entender las cosas que “el ruido no deja ver”; tenias razón, el silencio es el mejor amigo en épocas de dolor; sin embargo mi llanto continua ¿Por qué? Tantos planes y sueños incumplidos que ha quedado en la cuenta de “deudas pendientes” en mi desolado corazón; ¿esto es el amor? El amor que encuentras y luego te abandona para no volver más y así tener una cicatriz en el alma a la cual en el futuro deberé llamar orgullosamente “experiencia”. Quizá este sea el verdadero amor, aquel del que habla Isabel Allende, el amor que viene y se va para no quedarse jamás y nunca quitar su magia, tal vez sea así como tuvo que ser y por eso he venido aquí a Santiago a despedirme de ti, a decirte adiós por última vez y dejar que tu alma descanse en mi corazón; mis noches deberán volver a ser las mismas sin nadie a quien esperar o alguien a quien cuidar, mi corazón te deja ir porque en la belleza de la eterno nos volveremos a encontrar y los juegos de nuestra juventud nos volverán a hacer delirar.
Llevo un ramo de rosas en una mano y nuestros sueños y anhelos escritos en una hoja en la otra, llegue a la casa de la moneda y di vuelta a la esquina para empezar la empinada subida de cuatro cuadras, aunque ya llevo un largo rato caminando pero mi mente va perdida en otra cosa, camino un poco mas y me doy de cara con el mirador San Cristóbal, lo subo sin darme cuenta de los pasos que voy dando y dejo que tu espíritu me sople el camino porque yo ya estoy demasiado perdido, llego a la cima y grito adiós, dejo las rosas y la hoja en una banca y me siento a terminar del tomar el café que a estas alturas ya esta frio; en la soledad de este lugar quiero velar tu alma porque con tu cuerpo ya lo hicimos hace mucho, aquí te digo adiós querida amiga porque nuestros caminos se han separado, Dios ha querido que te vayas antes y solo él sabe porque quiso eso, algún día juntos le reclamaremos tamaña decisión aunque conociéndote tu ya te encargaste de hacerle saber tu descontento, sigue teniendo esa alma libre que te hará llegar aun mas lejos de donde ya estas, estoy seguro que el Cielo no es tu techo.
FINAL
De las cosas Gratas que me regalo la vida, el amor de una bella y pura amistad es que la mas agradezco, Chile siempre fue un lugar tenue y nublado para mi mente, lo recuerdo con una especie de dolor pero debo admitir que en sus calles conocí el regalo de la amistad y fue una amistad tan grande que me llena de alegría pero tan corta que me llena de tristeza; hoy sentado en mi lugar de nacimiento, el lugar que más amo y que se llama Moquegua sé que no importa si estoy aquí o allá o más allá, el alma de esta persona que se fue no me dejara jamás.