domingo, 5 de diciembre de 2010

Una parte del libro que escribo...

05 de noviembre del año 2009
No logro entender, no logro conciliar mis ideas y volverlas realidades, no me siento capaz de poder dar un paso, de dar  “EL PASO”. Siento un estremecimiento en el cuerpo y la piel se me eriza, vuelvo a la realidad y por un segundo creí que era un fantasma hasta que oí un pequeño ladrido, es Maxi, el perrito que me regalo Luca; Luca siempre dice “cuando te sientas solo, lo más estúpido es quedarse así” y aunque no es alguien muy culta se las arregla para tener la razón siempre y termino regalándome un perro raza pitbull que muy cariñosamente llame “Maxi” aunque algo me dice que algún día “Maxi” me comerá de un mordisco; Maxi quiere que lo alimente y creo que es lo mínimo que puedo hacer por el después de que se pasa las noches escuchando mis lamentos; me paro y siento un tambaleo, los mareos siguen, cada vez se hace más notoria mi cojera y mi cadera parece descompuesta, definitivamente si Luca me viera así me agarraría a patadas, es que sinceramente soy un tonto, solo a mí se me ocurre trepar un cerco para conseguir rosas, ¿no es más fácil comprarlas? Definitivamente que si pero no entiendo porque sigo arrancándolas y robándolas, yo mismo me llamo “el ladrón de rosas”, vuelvo al momento de confusión en el que estaba antes de que Maxi me rescatara, giro la cabeza y las rosas sigues sobre la mesa, ahora recuerdo todo, mi novia nunca llego a la cita, está empeñada en conseguir una beca al extranjero por lo cual está demasiado atareada como para ocuparse de algo tan insignificante como yo, desde hace un par de meses apenas hablamos y cree que me hace un favor cuando me otorga unos minutos, hasta yo he empezado a creer que me hace un favor por lo recia y convincente que es al decirlo; otra vez el escalofrió en la pierna y esta vez Maxi amenaza con comer la pierna si no le doy algo que engullir rápidamente, mejor me apuro.
Miro a Maxi de reojo muy concentrado en su plato color rosado lleno de galletitas que no entiendo como consiguen satisfacer su hambre, Luca creía que era hembra así que compro el plato de ese color, una verdadera falta de observación femenina; la cadera me duele demasiado así que saldré a dar una vuelta, tal vez así también encuentre las respuestas que tanto busco; hace frio en la calle por lo que busco mi polera color verde, adoro esa polera, pero recuerdo que se la preste a Luca para que haga su viaje a Chile, ella dice que cuando tiene que transportar droga, lo mejor es llevar una prenda de otra persona para que así crean que te obligaron a hacerlo, a mi me parece una tontería pero le hago caso, ella siempre me ayuda así que no hay nada de qué quejarse, cojo otra polera sin tomar atención a cual y salgo, realmente el frio es penetrante, ojala me congele el cerebro para dejar de pensar.
Camino por la calle chullo, un nombre raro pero se me hace gracioso porque me hace recordar a lo que uso en la cabeza como prenda, por un momento imagino la calle envuelta en mi cabeza como una especie de turbante pero después me doy cuenta que otra vez mi imaginación está volando al grado de la estupidez, es mejor pensar en otra cosa; camino un poco hasta toparme con una tienda, entro y compro mucha fruta para llenar mis noches de soledad, si voy a deprimirme al menos quiero asegurarme de no engordar así que esconderé los chocolatitos suizos que me regalo mi mama y en su lugar pondré mucha fruta, eso me hará sentir mejor; al salir de la tienda recuerdo que debo estar en casa a las siete y media de la noche porque hoy llegara mi abuela de visita, veo el reloj, son las siete y cuarto, tengo el tiempo justo y apuro el paso para no llegar tarde, no quiero que a mi abuela se le congele el cerebro esperándome.
Abro la puerta de mi cuarto, ya son las siete y cuarenta, el cuarto donde vivo ahora está mucho más cálido que cuando lo deje, debe ser porque el frio de porquería que hay afuera me hizo extrañar la tibieza de mi cuarto; suena el teléfono, es mi abuela que acaba de llamar para avisar que no podrá venir, entristezco un poco y cojo un chocolatito suizo, veo la bolsa de fruta como para que “esas” frutas vean que les estoy sacando la vuelta con un chocolate, bueno eso me da algo de risa y creo que lo mejor será dormir, ver televisión me aburre y escuchar música también así que dormiré temprano porque mañana debo ir muy temprano a la universidad, esta noche tengo mucho que pensar, sobre todo esa idea a la que le he escapado todo el día y sigo sin entender, ya no podre escapar mas, es hora de dar la cara.

1 comentario:

  1. Querido David

    Eres un ser humano muy especial,en el cual confio plenamente y lo sabes....
    Tenemos mucho que conversar :)
    Buen inicio de semana ..
    Nos seguimos visitando.

    besos

    ResponderEliminar